-¡Y
con ustedes el gran mago Tony, denle un fuerte aplauso!- Habló con
gran efusión el animador de la fiesta, mientras hacía su entrada el
mago de avanzada edad, con un traje verde patente y un sombrero de
Bombín del mismo color, llevaba una camisa blanca y una corbata
naranja neón muy llamativa, en su mano izquierda tenía un bastón
negro de madera pulida con una piedra dorada radiante, mientras que
en su mano derecha tenía el micrófono.
-Buenas
tardes querido público, ¿cómo están ustedes hoy?- Señalando a
todos los niños que se encontraban sentados frente a él.
-¡Bieeeen!-
Gritaron frenéticamente varios niños entre 6 y 7 años.
-¿Quién
quiere ver un poco de magia esta tarde?-
-¡Yooo!-
Volvieron a gritar los niños emocionados.
-¿Y
dónde está el cumpleañero, a ver, a ver?- Dijo elocuentemente el
mago con una sonrisa, del piso se levantó un niño de
aproximadamente 5 años con una gran sonrisa elevando su mano.
-Vamos
Carlitos- Abucheaba Cristian, el hermano mayor del niño, que se
encontraba sentado en un taburete al lado de otros niños. Era un
joven un tanto peculiar, delgado, alto, de cabello corto y ojos
marrones claros, parecía tener más edad de la que aparentaba -ayuda
al gran mago Tony- mientras el niño se acercaba al mago.
-¡Aquí
está el joven homenajeado!¿Cómo te llamas?- Preguntó el mago
acercándole el micrófono para que hablara.
-Car…-
Pero justo antes de terminar su nombre le quitó el micrófono.
-Niño
debes decir tu nombre- Habló al micrófono, entre tanto la gente se
reía. Nuevamente le colocó el micrófono en forma de juego, pero
justo antes de decir el niño su nombre, el mago volvió a quitar el
micrófono -niño di tu nombre que el público espera- esta vez, un
poco más jocoso. Todo el público se reía del juego hasta que
volvió a colocarle el micrófono.
-¡CARLOS!-
Gritó el niño desesperadamente para que se escuchara su nombre,
pero esta vez el mago dejó el micrófono frente al niño.
-No
grites, no hay necesidad, con el micrófono la gente te escucha- Los
adultos que estaban observando no paraban de reír, los niños no
paraban de reír e incluso el cumpleañero no paraba de reír -bueno,
bueno, prometí magia y magia voy a hacer-
-¡HASTA
QUE AL FIN!- Gritó un niño gordo con cachetes grandes que se
encontraba en un rincón del lugar. Era el típico niño burlón que
hay en cada fiesta y que siempre trata de ser el centro de atención
con comentarios sarcásticos. Tony ya estaba acostumbrado a ese tipo
de niños, llevaba años trabajando como mago para fiestas
infantiles, así que no le prestó atención y prosiguió con su
rutina.
-Bueno
Carlos, vamos a sacar un animal del sombrero ¿qué animal te gusta
para sacarlo?-
-El
elefante-
-Esteeee
algo más pequeño- Dijo el mago mientras todos reían por la
inocencia del niño.
-Un
ratón- Nuevamente las risas alborotaron el lugar.
-
Algo más grande. Déjame ayudarte un poco, piensa en el animal que
más te guste, que sea blanco, con orejas grandes, que tenga una
cola esponjada y que come zanahorias-
-¿Un
conejo?- Preguntó inocentemente el niño-
-Wao
pensamos en el mismo animal, Carlos- La gente seguía riendo por las
elocuencias del mago sin parar. -Entonces un conejo será- el mago se
quitó el sombrero y lo puso justo frente al niño -bueno Carlos
cuando yo diga las palabras mágicas, tu metes la mano y sacas el
conejo del sombrero, ¿estás listo?- El niño asintió con la cabeza
-ok, sin
sala bin,
sal conejo de allí. Y aquí está el conejo, un gran aplauso- pero
el niño al meter la mano no sacó absolutamente nada. Tony con cara
de despistado miró al niño -¿pero bueno y el conejo?- Le preguntó
a Carlitos, y éste, un tanto frustrado, levantó los hombros.
-¡ABURRIDO!-
Gritó el niño gordo de la esquina, pero nadie parecía prestarle
atención.
-¿Qué
hiciste con mi conejo Carlos?- Preguntó el mago al niño.
-Nada,
no había nada- Dijo el niño inocentemente.
-¿Nada
dices?, pero cómo no va a haber nada si en el sombrero está el
conejo ¡mira!- Enseñándole el fondo del sombrero, que por
supuesto, estaba vacío. Luego se lo enseñó al público -¿vieron
que sí hay un conejo allí?-
Muchos
niños gritaron que no había nada, que estaba vacío, mientras el
mago revisaba el sombrero.
-Ese
sombrero es falso tiene un doble fondo- Comentó el niño gordo
nuevamente, pero esta vez el mago si prestó atención y lo observó
a los ojos.
-Con
que doble fondo- Increpó el mago de forma retadora -muy bien, en ese
caso vamos a dejar el sombrero aquí- poniendo el sombrero en la
cabeza de Carlitos, boca abajo. Le quedaba tan grande que pasó de
largo casi tapando sus ojos y orejas.
-Pol
¡deja ya de fastidiar al mago!- Le exigió Cristian al niño gordo
de la esquina -¿no ves que esta es una fiesta de niños? Si no te
gusta, vete a comer otro perro caliente- pero Pol no le prestó
atención.
-No
te preocupes muchacho- Le respondió el mago al joven -sigamos con lo
nuestro ¿bueno Carlos tú sabes por qué el conejo no salió del
sombrero?- Preguntó Tony al niño arrodillándose frente a él
-porque para que la magia suceda debes primero imaginarla en tu
mente- tocando con el dedo índice la frente del niño, de una
manera suave -así que cierra los ojos e imagina al conejo con muchas
ganas ¿estás listo?-
-Sí-
Afirmó el niño con los ojos muy cerrados como si estuviese pidiendo
un deseo.
-Bueno,
aquí vamos de nuevo, ¡sin
sala bin,
sal conejo de allí!- Levantó la voz el mago con ímpetu y
suavemente tocó con su bastón el sombrero. El niño abrió los
ojos, impresionado al sentir algo encima de su cabeza -¡y aquí está
tu conejo!- Quitando el sombrero de la cabeza del niño haciéndose
visible un pequeño conejo azul.
-¡Bravo!
¡Muy bien! ¡Excelente!- Gritaba la gente al ver el conejo posado
muy tranquilo en la cabeza de Carlitos. El mago tomó con delicadeza
la criatura y la colocó en las manos al niño quien al verlo saltó
de la emoción.
-¡Bravo
hermanito!- Aplaudió Cristian desde el taburete -¡eres un gran
mago!-
-¿Por
qué es azul?- Gritó Pol.
-¡Ah!
esa es una buena pregunta- Contestó el mago agachándose frente a
Carlitos -¿de qué color te imaginaste tú el conejo Carlos?-
Preguntó el mago gentilmente.
-Azul-
Respondió el niño mientras abrazaba suavemente al conejito contra
su pecho.
-¡Y
azul fue¡ La imaginación es magia y la imaginación de un niño no
tiene límites, ¡un aplauso para este pequeño mago!- Todos
aplaudieron con mucha fuerza, sorprendidos por el acto, entre tanto
Carlos se acercaba a su hermano mayor para enseñarle el conejo.
Cristian se bajó del taburete y se agachó, hasta quedar justo a la
misma altura del niño.
-Que
loco ¿verdad?- Dijo el joven muy alegre al ver la sonrisa del niño
-¿cómo lo vas a llamar?- Preguntó.
-Tony,
como el mago- Respondió el niño mostrándole el hermoso conejo de
pelaje azul a su hermano.
-!LA
MAGIA NO EXISTE¡- Gritó Pol de manera altanera.
-¡Deja
de fastidiar!- Le dijo Cristian ya molesto.
-Con
que la magia no existe- Habló el mago observando fijamente a Pol
-haré un truco sólo para ti, niño- dijo el mago riendo -espero
cambies de opinión luego de verlo. TEMPOS DENATUS- pronunció el
mago lentamente y de pronto todo el lugar se paralizó, las voces se
callaron, la gente quedó inmóvil, la música de fondo dejó de
sonar, parecía como si el tiempo se hubiese congelado. Pol quedó
estupefacto al ver todo el lugar estático -la magia-recalcó el
mago acercándose poco a poco a Pol -es la energía más poderosa que
existe y niños malcriados y groseros como tú deben aprender a
respetarla- terminando sus palabras justamente frente a un niño
aterrado. Sin dudarlo, Pol salió corriendo del lugar, del susto se
llevó por delante una silla y cayó tendido de largo a largo boca
arriba, mientras el mago lo seguía con la vista. Rápidamente Pol
comenzó a gatear gritando y huyendo por una puerta de vidrio hacia
el jardín de la casa -bueno, con eso bastará- expresó el mago
riendo.
-¿Cómo
haces eso?- Preguntó Cristian asombrado, mirando al mago. Frente a
él se encontraba su hermanito con una sonrisa petrificada, con el
conejo azul entre las manos. La cara del mago al voltear y ver a
Cristian moverse hacia él lo dejó perplejo -¿cómo detuviste el
tiempo?- le demandó caminando entre la gente estática.
-No
es posible- Dijo el mago viéndolo acercarse.
-¿Cómo
lo hiciste?- Ya, frente al mago que lo miraba sin palabras. Su
atención fue interrumpida súbitamente al ver como todo el cuarto se
oscurecía, parecía como si la noche hubiese encontrado refugio en
aquella casa y hubiese entrado a la fuerza. De la nada apareció una
figura encapuchada, con un gran manto azul de bordados del mismo
color pero mucho más intenso, que iluminó el lugar. Se acercó poco
a poco hasta estar detrás del mago. Luego, dijo unas palabras al
oído de Tony y desapareció, tras de lo cual volvió la claridad de
las luces a la sala. La noticia que acaba de escuchar lo desconcertó
por un momento; y su mirada cambió de asombro a preocupación.
Cristian, quien
había visto todo lo sucedido preguntó -¿éste es otro truco?
¿Quién era ese? ¿Uno de tus asistentes?- Las palabras de Cristian
sacaron del estado de conmoción al mago quien lo miró fijamente y
alzando su bastón tocó el piso pronunciando las siguientes palabras
¨LIBÉRATE¨ transformándose en una sombra que rápidamente
retrocedió, hasta quedar frente a los niños que permanecían
sentados delante de él desde el comienzo del espectáculo. Todo el
lugar cobró vida de nuevo, las risas, los aplausos, la música, las
palabras se escuchaban y la gente siguió su rutina como si nada
hubiese pasado, como si el tiempo nunca se hubiese detenido; uno de
los invitados que estaba cerca de Cristian, recobró su movimiento,
llevándoselo por delante y tumbándolo al suelo estrepitosamente.
-Pero
muchacho ¿tú no ves por donde caminas?- Dijo el tío Mario
sacudiéndose el refresco de la camisa que con el golpe contra
Cristian se echó encima -ahora me ensucié toda la camisa gracias a
ti Cristian-
-Perdón
tío- Habló el joven que aún no entendía lo que pasaba -fue mi
culpa no te vi-
-Si,
me doy cuenta- Ayudándolo a levantarse.
-¡Y
eso ha sido todo por hoy querido público! Fue un placer, tengan una
excelente velada, buenas tardes- Se despidió el mago haciendo una
reverencia y salió del lugar rápidamente.
-Tío
discúlpame- Cristian salió corriendo detrás del mago, dándole
alcance justamente afuera de la casa. -¡ESPERA!- gritó -¿qué fue
todo eso?- caminando ya detrás del mago que iba a paso rápido,
dejando caer su peso sobre el bastón que llevaba en su mano
izquierda.
-Nada-
Dijo sin detenerse.
-¿Nada?
Acabo de ver como se detuvo el tiempo y una sala se oscurecía, cómo
una capucha apareció de la nada a decirte algo al oído y
desaparecer nuevamente, ¡para colmos! Todo vuelve a la normalidad y
mi tío me tumba. No me digas que no pasó nada-
-Siento
lo que pasó con tu tío- Ya caminando por la calle -no debiste ver
nada de eso, no entiendo lo que pasó- respondió el mago mirando
hacia todos lados.
-
Pero Pol, el niño gordo fastidioso, también lo vio-
-Porque
yo así lo quise, pero tú- En ese momento el mago se frenó en seco
y fijó la mirada en el muchacho, detallándolo de arriba abajo -tú
eres diferente- reanudando el paso rápidamente -¡vete a casa niño!-
-¿Diferente?
explícame por favor-
-¡Vete
a casa niño, ya no me sigas!- Bajó la mirada hacia los zapatos del
muchacho y dijo con firmeza -ENSENDRA- las suelas de los zapatos de
Cristian comenzaron a derretirse hasta quedar prácticamente
fusionadas en el pavimento de la acera. Logrando que éste quedara
como un poste sin poder avanzar -¡VETE A CASA!- Gritó el mago
cruzando la esquina.
-¡Espera,
espera!- Le suplicó Cristian desatándose los zapatos
prácticamente soldados al suelo. Le tomó un par de segundos
zafarse, corrió en medias hacia la esquina, pero justo antes de
llegar vio un destello verde intenso y al cruzar, ya el mago no
estaba. Volvió la mirada hacia los zapatos que ahora formaban parte
de la acera y agarrándose la cabeza exclamó -¡eran zapatos nuevos,
mi mamá me va a matar!-
Leí estos capítulos y olvidé el mundo real; me encantó la combinación de fantasía, suspenso y ese toque de comedia. No puedo esperar para continuar leyendo esta aventura mágica... ������
ReplyDeleteVenga me encanta . Vamos a seguir viviendo este mundo mágico,
ReplyDeleteCualquier parecido con la realidad es pura coincidencia!!! No puedo con el niño gordo!!! Quiero mas!!!
ReplyDeleteMe encanta!!!
ReplyDeleteme gusto mucho
ReplyDeletemuy buen libro que interesante.... ME ENCANTO
ReplyDeleteQuiero seguir leyendo!!!!!!
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